La astronomía en el país no sólo se desarrolló desde el Observatorio Astronómico Nacional. Un grupo de estadounidenses en 1903 estableció un observatorio astronómico en la cumbre del Cerro San Cristóbal, con permiso del gobierno chileno, el objetivo, registrar fotográficamente los espectros de estrellas australes y catalogar sus velocidades radiales. La Revista Pacífico Magazine relataba en 1914, *«es curiosa la vida que llevan estos ermitaños», vivían en la ciudad al pie del San Cristóbal, dormían por la mañana, trabajaban en sus notas y atendían al público en su oficina. Subían a la cumbre a las 6 de la tarde, permaneciendo en «mística conversación con los astros» *hasta las 6 de las madrugada.
Aunque la expedición norteamericana tenía una duración de cinco años, su importancia y resultados hicieron que los estudios se extendieran hasta 1928, año en que Manuel Foster Recabarren (1864-1946) adquirió el observatorio y lo donó a la Universidad Católica de Chile. Así, el observatorio pasó a depender de la Universidad Católica y en 1933, ésta contrató al doctor alemán Erich P. Heilmaier (1909-1992), nombrándolo director del Observatorio Manuel Foster.
La Universidad de Chile y Católica fueron las principales instituciones que se encargaron de promover el desarrollo de las ciencias en el país, en este caso la astronomía.
El Observatorio Manuel Foster continúa hoy en día en el Cerro San Cristóbal. Fue declarado por el Consejo de Monumentos Nacional como monumento histórico el año 2010